Casa de Israel - בית ישראל


Desde " Casa de Israel " trabajamos para hacer frente al antisemitismo , la judeofobia y la negación o banalización de La Shoá ( Holocausto) .
No olvidamos las terribles persecuciones a las que fue sometido el pueblo judío a través de los siglos , que culminaron con la tragedia de La Shoá .
Queremos tambien poner en valor y reconocer la fundamental e imprescindible aportación de este pueblo y de la Instrucción de La Torá , en la creación de las bases sobre las que se sustenta la Civilización Occidental.

"... עמך עמי ואלהיך אלהי ..."

martes, 15 de junio de 2010

¡Oh, Partido Popular!


Sorpresa e indignación; el partido que se dejó la piel contra el terrorismo, que combatió la lacra criminal desde los principios y en todos sus ámbitos, ahora se pasea en kefiya y acusa de criminal a la democracia israelí.

Como todos ustedes saben, la interjección "¡oh!" sirve para expresar sorpresa y admiración. Como admiración fue utilizada por Lapierre y Collins en su ¡Oh, Jerusalem!, best seller durante muchos años, para novelar el nacimiento del Estado de Israel. Como sorpresa desagradable es como podemos utilizarla en relación con los partidos políticos españoles, máxime cuando observamos con asombro actitudes inéditas e inesperadas.

El primer caso es el del artículo del alcalde de Madrid en el periódico tradicional del antisemitismo izquierdista español. Lo peor no es el carácter profundamente progresista del texto de Gallardón, colección poco elaborada de los mitos más ideológicos y antiisraelíes de la izquierda española –Israel como "potencia ocupante", la sociedad israelí paranoica, los equivocados "en sus posturas políticas" activistas, el bloqueo ilegal–, ni el desconocimiento sonrojante sobre Oriente Medio del alcalde de Madrid, que le lleva a afirmar que la deriva islamista de Turquía tiene su origen en Israel.

Lo peor de Gallardón es lo peor del antisemitismo europeo, el prejuicio racial y religioso: atribuir a los israelíes la voluntad de matar voluntariamente a alguien por "cruzar una simple frontera". El artículo del dirigente del PP, de trazo grueso, obvia el hecho de que si los soldados israelíes mataron a alguien lo era por sentirse en peligro de muerte; fue legítima defensa como justificaron los disparos, aunque otra cosa es si pudieron obrar de otra forma al defenderse. Pero hasta ahora sólo la izquierda más antisemita ha defendido que los soldados abrieron fuego para impedir que cruzaran la frontera, caricatura grotesca de lo ocurrido a bordo, y fruto del prejuicio antisemita más pueril. La izquierda más antisemita y el propio Gallardón, cuando afirma que "nadie puede arrogarse el inexistente derecho a darles muerte por haber intentado no ya cruzar una frontera, sino burlar un bloqueo ilegal". Lo cual no sólo es falso; es profundamente antisemita, y es munición propagandística para actos como los ocurridos en su ciudad, ante la pasividad, por cierto, de su policía.

Lo peor del asunto no es que Gallardón atribuya intenciones criminales a otros –con lo susceptible que es él respecto a su honor. Lo peor es que nada obligaba a Gallardón a sumarse al coro izquierdista contra Israel. Por cierto que la amistad con Israel no se muestra; se demuestra. Ni Gallardón es amigo de Israel ni lo ha demostrado nunca. Su ayuntamiento siempre ha sido más bien amigo de cualquier manifestación cultural, artística o ideológica contra Israel que de lo contrario, y ahora que Israel se ve acosado, se suma a los acosadores. Y lo hace orgulloso. Como en el chiste: "Entre los cuatro de dimos una...".

Es una pésima noticia para los votantes de la derecha española, que lo que quieren es firmeza ante el terrorismo y ante los enemigos de nuestras democracias, en España, en Colombia o Israel, que el alcalde de Madrid se sume al coro islamista-progresista. Peor es, en segundo lugar, que la secretaria general de su partido pose con la kefiya palestina, la misma con la que posó Zapatero en el año 2006 y por la que recibió críticas legítimas y justas del Partido Popular. Porque si se trata ahora de que Cospedal imite a Zapatero, podían haberlo dicho antes, y ahorrarse unas críticas al presidente del Gobierno que ahora, cuatro años después, el PP se debería tragar.

Sorpresa e indignación; el partido que se dejó la piel contra el terrorismo, que combatió la lacra criminal desde los principios y en todos sus ámbitos, ahora se pasea en kefiya y acusa de criminal a la democracia israelí. El mismo partido que en su día recorrió el mundo pidiendo apoyos contra ETA y rompiendo la mitología creada en torno a la banda, ahora se comporta con Israel como el peor de los países de entonces.

¡Oh, Partido Popular!, ¡Quién te ha visto y quién te ve!

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
Fuente:libertaddigital.com

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